Vamos a seguir la historia del Gladiador, un cuento de película de agarre de un general que se convirtió en un esclavo, un esclavo que se convirtió en un gladiador y un gladiador que desafió a un emperador. Como soldados de Jesucristo hoy en día, estamos llamados a una vida de libertad, a una guerra que es constante, y a una lucha que terminará en victoria para aquellos que la soporten. El llamado de Cristo es un llamado a un discipulado sin reservas (dando entrega total al Señor), que no conoce la retirada (tiene su fundamento en la peor de las batallas), y no posee excusas (pelea valientemente hasta el final, sin importando qué). Venga, y únase a las filas de los hombres de honor de Cristo, el valiente y fiel que sabe lo que se necesita para avanzar el Reino de Dios en nuestro mundo de hoy.